viernes, 11 de enero de 2013

Pensé en enamorarte.

Escribo de vez en cuando
porque no me llega con mirarte.
No tengo miedo de quererte 
sino de lo rápido que el tiempo,
tan lento a veces,
pasa cuando estás tú conmigo.

Ni siquiera hay un solo tonto en el mundo
que no sepa que cuando pasas sonriendo
quien te mire no podrá olvidarte más;
y yo, kamikaze, sabendo que me pierdo cuando te acercas,
cometo locuras para que lo hagas más,
consiguiendo sonreirte a quemarropa,
para perderme de nuevo al rozarte.

 He soñado tanto con besarte
que a veces pienso que es verdad,
pero me despierto y no siento más que un temblor
diciéndome que mi cuerpo te echa de menos en la realidad.
Y aún sabiendo que solo lo  he soñado,
es inefable ver como sonríes cada día, o cada noche.

No es que tenga una obsesión, -o sí-
sino que escribir sobre tu sonrisa hace que, 
a pesar de no verla durante meses,
siempre me vaya a poder imaginar, o recordar, 
lo bonito que es el mundo cuando le sonríes cada mañana.

Es de esas veces que te ilusionas y te importa una mierda el mundo
con tal de que te mire y se derrita, al unísono contigo.

Puede que haya horas del día
que solo sean aptas para pensar en tí,
y que yo use todas
-por si acaso alguna vez se terminaran-
en intentar hacerte llegar palabras,
que más que mías ya son tuyas,
porque las adaptas a tu ritmo, cuando sin querer,
me adaptas a mi, hipnotizada,
al sentido de la vida de tu mano.

Pensé en enamorarte cuando te vi reír
y te clavaste en mí -y en mis sueños-
como si mi poesía no hubiera existido de verdad
hasta que llegaste tú,capaz de inspirar al mundo a adorarte,
y te colaras en mis sueños como si pudieras controlarlos;
vienes y vas, para enloquecerme
a veces, y para echarte de menos:
Me dejas quererte y te voy descrubriendo,
piel a piel, como a las cebollas.

Entonces el mundo tiembla por culpa
de lo que lo hacen mis piernas
cuando me miras a los ojos,
y ahí entiendo que, entre tú y el resto,
me quedo contigo.
Porque podría frenar y dejarte ir,
pero siempre he preferido lidiar contra ti,
-con tus vicios, tus manías y tus defectos-
hasta tenerte,

 Ojalá hoy, entre todo el mundo,
aparecieras tú y me besaras. 


  
(X-I-MMXIII)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario