porque no me llega con mirarte.
No tengo miedo de quererte
sino de lo rápido que el tiempo,
tan lento a veces,
pasa cuando estás tú conmigo.
Ni siquiera hay un solo tonto en el mundo
que no sepa que cuando pasas sonriendo
quien te mire no podrá olvidarte más;
y yo, kamikaze, sabendo que me pierdo cuando te acercas,
cometo locuras para que lo hagas más,
consiguiendo sonreirte a quemarropa,
para perderme de nuevo al rozarte.
He soñado tanto con besarte
que a veces pienso que es verdad,
pero me despierto y no siento más que un temblor
diciéndome que mi cuerpo te echa de menos en la realidad.
Y aún sabiendo que solo lo he soñado,
es inefable ver como sonríes cada día, o cada noche.
No es que tenga una obsesión, -o sí-
sino que escribir sobre tu sonrisa hace que,
a pesar de no verla durante meses,
siempre me vaya a poder imaginar, o recordar,
lo bonito que es el mundo cuando le sonríes cada mañana.
Es de esas veces que te ilusionas y te importa una mierda el mundo
con tal de que te mire y se derrita, al unísono contigo.
Puede que haya horas del día
que solo sean aptas para pensar en tí,
y que yo use todas
-por si acaso alguna vez se terminaran-
en intentar hacerte llegar palabras,
que más que mías ya son tuyas,
porque las adaptas a tu ritmo, cuando sin querer,
me adaptas a mi, hipnotizada,
al sentido de la vida de tu mano.
Pensé en enamorarte cuando te vi reír
y te clavaste en mí -y en mis sueños-
como si mi poesía no hubiera existido de verdad
hasta que llegaste tú,capaz de inspirar al mundo a adorarte,
y te colaras en mis sueños como si pudieras controlarlos;
vienes y vas, para enloquecerme
a veces, y para echarte de menos:
Me dejas quererte y te voy descrubriendo,
piel a piel, como a las cebollas.
Entonces el mundo tiembla por culpa
de lo que lo hacen mis piernas
cuando me miras a los ojos,
y ahí entiendo que, entre tú y el resto,
me quedo contigo.
Porque podría frenar y dejarte ir,
pero siempre he preferido lidiar contra ti,
-con tus vicios, tus manías y tus defectos-
hasta tenerte,
Ojalá hoy, entre todo el mundo,
aparecieras tú y me besaras.
(X-I-MMXIII)
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