me queman tus pocas ganas,
me quemas,
me inhalas
y terminamos arañanado calor
raspando resquicios de la habitación.
Dejaste vacíos en ti,
en mi,
uniste huecos con enfados
y finales con nudos a principios
- alteraste la paz en el alma -
supiste acariciar a las cosquillas.
Hasta el ruído de la calle
extraña tus mañanas
llenas de paz sosegando plazas.
Hasta mis ojos se cansan
y no se acostumbran
a que no los abras tú
con la mirada,
y quieren llegar a donde estés,
besarte,
aspirar tus entrañas,
inspirarte,
- que no te vayas -.
Te exhalo,
a pulmón abierto
para que vuelvas a mi,
con las manos frías, con amor,
y sin ganas de quitarme vida
- no me queda después de ti -.
Hoy llenas,
de luz las despedidas,
de esperanza mis letras,
de silencion la cama.
Hoy vienes tú,
mañana habrá viento,
mañana habrá calma.
Y al final de ti,
contigo,
a tus pies,
están mis manos esperando
para cuando te decidas
por mi,
para cuando te lances
a mi vacío
- sin miedos -