Temblamos al besar y reímos con el miedo,
siempre al revés, empezando a correr
sin saber ni caminar recto alguna noche;
para llegar a las piernas de un amor
pensando en la sonrisa de otro.
A veces se nos abre el corazón,
abrimos la boca demasiado,
y terminamos inundándonos por los ojos
al saber que quizás deberíamos haber dudado
antes de dejarle nuestro corazón en las manos.
A veces se nos abre el corazón,
abrimos la boca demasiado,
y terminamos inundándonos por los ojos
al saber que quizás deberíamos haber dudado
antes de dejarle nuestro corazón en las manos.
Nadie puede evitar sonreír al ver a esa persona
pasearse con sus andares de sencillez
-pero que a ti te dejan sin aliento-
como quien no sabe que domina al mundo
por cada paso que da, dejando detrás su rastro
por si algún descolocado corazón quisiera seguirla,
quizás alguna mañana de verano por la playa
o alguna noche de invierno para quitarle el frío;
pero cuando dejamos de correr y la encontramos,
cuando sabemos que poseemos lo que todos quieren,
esa persona que para ti es la base del mundo,
ahí todo empieza a dar vueltas.
Nos queremos día a día
sin saber que el amor,
a parte de mover mundos,
también destroza montañas.
Nos damos el cariño de cada mañana
por miedo a que se acabe por la noche,
qué humanidad más ilusa..
qué humanidad más ilusa..
No vivimos el presente por pensar en un futuro
que nos golpeará, tarde o temprano,
con el error de frente y sin escudo para protegernos,
lo hayamos hecho bien o no, es ley de vida;
y en esta vida todos estamos bajo ley.
(XVIII-IV-MMXIII)
lo hayamos hecho bien o no, es ley de vida;
y en esta vida todos estamos bajo ley.
(XVIII-IV-MMXIII)